LA CATEDRAL-FORTALEZA. UN EJEMPLO SINGULAR.
La Plaza fue diseñada a mediados del siglo XIX, aunque desde su construcción ha sufrido varias remodelaciones, la última en el año 2000. La preside la monumental fachada de la catedral-fortaleza del siglo XVI, con su portada principal renacentista. Es la única catedral-fortaleza construida en el siglo XVI en la Península Ibérica.
La catedral, dedicada a la Encarnación y situada en el antiguo arrabal de la Musalla, se empieza a construir a partir del año 1525, tras el terremoto de 1522, que destruyera la primera, situada en la Medina, sobre la Antigua Mezquita Mayor. Su característica principal es la de ser catedral-fortaleza, porque se construye tanto para el culto religioso como para defender a la población de los ataques de piratas berberiscos y de turcos. Está característica se puede observar en su fachada principal de la Plaza de la Catedral: empleo de grandes contrafuertes y torreones en sus esquinas, muros macizos y la decoración concentrada en su portada considerada principal, donde campean el escudo de Carlos I de España y V de Alemania en la parte superior y en la inferior se situa el del Obispo Fundador de la catedral, Fray Diego Fernández de Villalán cobijado por dos ángeles. Destacan los dos medallones de mármol de San Pedro con las llaves y San Pablo con la espada y el libro.
Las visitas turísticas a la catedral se realizan en la calle Velázquez, pero no en la portada de los Perdones, sino en la otra puerta que está más abajo y es de diseño sencillo, recientemente restaurada y que da acceso directo al claustro
Su interior, de planta de salón, dividida en tres naves y de finales del gótico, con artísticas bóvedas de crucería, alberga una variada gama de estilos: gótico, renacentista, barroco y neoclásico.
La sacristía es una estancia de gran importancia por su profusa decoración y su bóveda de casetones, es de estilo renacentista del XVI y es obra de Juan de Orea.
En el Altar Mayor con decoración dorada barroca a modo de retablo aparecen cuadros que representan escenas de la vida de la Virgen, En el centro de esta representación teatral artística religiosa, destacan dos relieves escultóricos del siglo XVI: el Calvario y la Anunciación. En el centro del Altar Mayor, se situa el templete (del siglo XVII) con columnas a su alrededor y figuras de los Apóstoles, remata la obra la figura del Salvador.
Frente al altar Mayor está el coro con dos filas de asientos, donde aparecen figuras en relieve del antiguo y nuevo testamento, sobresaliendo la silla episcopal con la figura del Salvador. Es una joya arquitectónica renacentista de madera de nogal obra de Juan de Orea realizada en el siglo XVI
Detras del coro se encuentra el trascoro, un gran retablo de mármol de diversos colores dividido en tres calles: en la calle central está la figura de la Inmaculada en mármol y alabastro y a ambos lados se situan las esculturas de Santo Domingo de Guzmán y San Juan Nepomuceno. Es una obra del neoclásico del siglo XVIII. Remata el conjunto un medallón circular con la figura del Dios Padre en actitud de bendecir.
Las capillas de la catedral fortaleza, están situada en el muro sur y en la girola, en el lado norte no se situaron capillas para darle mayor robustez a la fachada principal.
De las capillas del muro sur, destacar la capilla del Sagrario, donde están las figuras de la Cofradía del Prendimiento que salen en procesión el Miércoles Santo y en lo que respecta a las otras , en una de ellas están las figuras de la Cofradía de los Estudiantes que también procesionan el Miércoles Santo, otra es la capilla de San Ildefonso, con un pequeño retablo y un cuadro en el centro que representa la subida al cielo de San Ildefonso que es recibido por la Virgen para imponerle la casulla. Hay una capilla donde están representados en un gran cuadro los mártires de la Guerra Civil: los Hermanos de la Salle de pie y sentados, los obispos de Almería el obispo Diego Ventaja y el de Guadix el Obispo Medina Olmos.
En la girola (el pasillo que rodea al altar Mayor por detrás) se encuentran las capillas más importantes de la Catedral: San Indalecio, Cristo de la Escucha y La Virgen de la Piedad.
En la capilla de San Indalecio, se situa la imagen de San Indalecio, el Patrón de Almería, que está en actitud de subir al cielo. Una imagen que era del insigne escultor Francisco Salzillo, y tras destruirse en la Guerra Civil, realizó una copia Jesús de Perceval
Junto a la de San Indalecio, se situa la del Cristo de la Escucha, la más antigua, una capilla tardogótica que alberga en su interior el sepulcro en mármol y alabastro del obispo Fundador de la Catedral, Fray Diego Fernández de Villalán, el obispo en actitud yacente sobre el sepulcro (ya fallecido), está protegido a sus pies por un perro, un perro alano, haciendo honor a su patronímico (Villalán), un perro que lo cobija permanentemente. El sepulcro del siglo XVI en sus extremos tiene decoración renacentista (siglo XVI) con figuras monstruosas (grifos). La capilla esta presidida por el Cristo de la Escucha, dicho Cristo es muy venerado por todas los almerienses en la madrugada del viernes Santo al procesionar en Vía Crucis, un Cristo que encierra una Leyenda: tras la conquista cristiana en 1489, muchos musulmanes se tuvieron que convertir y bautizar y cuenta la leyenda que uno de esos cristianos nuevos en una casa escucharon la voz ¡Escucha, Escucha,! se fueron de la casa atemorizados y volvieron otros habitantes que seguían escuchando la voz:¡ Escucha, Escucha!, como venía la voz de un muro, derribaron el muro y se encontraron al cristo emparedado por eso le llaman "El Cristo de la Escucha", un Cristo al que Villalán le tenía mucha veneración y quiso que presidiese la capilla donde iba a ser enterrado. El Cristo fue destruido en la Guerra Civil y realizó una copia de él el artista Jesús de Perceval.
La última de las capillas que al exterior en la Plaza de la Catedral es un cubo, es la de la Virgen de la Piedad, Virgen que preside el retablo, de reducidas dimensiones y muy venerada por el obispo Corrionero (de mediados del XVI). Virgen que fué destruida en la Guerra Civil y de la que hizo una réplica el artista José María Hervás Benet.
Hay que destacar que estas capillas de la girola al exterior son auténticos baluartes defensivos.
Lo último que se construye de la Catedral, será el claustro, construido en 1795 por Juan Antonio Munar. Un Claustro que antes de serlo fue patio de armas y también cementerio, hasta que el cabildo catedralicio decidió construir un Claustro porticado, Claustro que antes de su rehabilitación estaba ajardinado y con una fuente en el centro, ahora está todo enlosado. Es la única catedral de Andalucía que posee claustro.
En la Plaza, frente a la fachada de la catedral, se sitúa el Palacio Episcopal, del siglo XIX. En la Plaza también se conserva perteneciente al ahora Hotel Catedral, una fachada de una vivienda burguesa del siglo XIX. en la calle Cubo, bajando hacia la Plaza de Bendicho, se encuentra en uno de los torreones de la catedral( el perteneciente a la capilla del Santo Cristo de la Escucha, donde está el sepulcro del Obispo Fundador) tallado el característico “Sol de Portocarrero”, el emblema de la ciudad. Mal llamado "Sol de Portocarrero" porque este sol está construido en tiempos de Fray Diego Fernández de Villalán, que es del siglo XVI y Portocarrero es del siglo XVII, por tanto no puede ser de Portocarrero, sino es el Sol de Villalán, del que hablaremos en otra ocasión.
En un extremo de la fachada principal de la Catedral, esta la escultura del obispo mártir en la Guerra Civil, Beato Diego Ventaja. Junto a él se alza una de las torres más importantes de la catedral que la ordena construir el Obispo Portocarrero. Posteriormente se construye el campanario. En la parte superior de la torre viene en pequeño el escudo de Portocarrero, donde en uno de sus cuarteles aparece un sol pequeñito, de ahí la confusión con lo del Sol de Portocarrero.
No podemos dejar de nombrar el muro sur de la catedral, frente al museo de la ciudad, situado en la calle peatonal Ronda Beato Diego Ventaja. Es en esta parte donde se observa verdaderamente la catedral fortaleza, con un muro en talud para impedir que los atacantes pudieran subir a los tejados de la catedral. Tejados que son planos para que los defensores pudieran moverse sin ningún tipo de dificultad en caso de ataque. Los tejados planos se deben a que las tres naves de la catedral, están todas a la misma altura, a diferencia del gótico que están a distinta altura, lo único que sobresale de las tres naves de la catedral de Almería es la linterna del crucero que diseñó Juan de Orea.
Maribel García Sánchez
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