sábado, 21 de mayo de 2011

LA TRAGEDIA DEL TEATRO CERVANTES













CONCHA ROBLES ASESINADA EN PLENA REPRESENTACIÓN EN EL CERVANTES


La idea de crear y construir el Teatro Cervantes fue patrocinada en 1862 por un notable grupo de personalidades . En 1864 se adquirieron los terrenos y los planos se firmaron en el 1898 por Enrique López Rull, retrasándose el comienzo de las obras hasta 1910, siendo inaugurado el Teatro más importante de Almería en 1921. La tipología del teatro sigue el diseño de los Teatros Italianos, con el patio de butacas en forma de herradura para facilitar la visibilidad y la acústica y consiguiendo un espacio acogedor. Los palcos, con forma de balcones palaciegos. El acceso al teatro Cervantes se hacía originariamente por la fachada del Paseo (actual fachada del Circulo Mercantil) que se ordena en tres pisos con motivos decorativos alusivos a su función: máscaras, liras, destacando el relieve del balcón principal: Miguel de Cervantes. Los brazos de las lámparas que simulan girasoles y la barandilla le dan un gusto modernista. En 1920 parte del inmueble fue adquirido por la Sede de la Sociedad del Circulo Mercantil e Industrial de Almería, actual propietaria del Teatro.

El teatro se inauguró en 1921 y en enero de 1922 se estrenaba Santa Isabel de Ceres por la actriz almeriense Concha Robles. La noche del estreno fue impresionante, Almería se vistió de gala para presenciar la tan esperada gran obra del Teatro Cervantes " Santa Isabel de Ceres", cuya trama principal era la de mujeres de no muy buena reputación en aquel periodo. Concha Robles representaba el papel de una dama "descarriada y de vida alegre".Todo el público estaba espectante dado que en la publicidad se anunciaba que incluía hasta disparos.


La intriga estaba servida pero nadie imaginaba que finalmente todo acabase en tragedia real. Concha estaba feliz, por fin volvía a su querida Almeria y ademas convertida en toda una estrella, siendo la protagonista de una obra que daria que hablar durante mucho tiempo. Su papel era de una señorita de dudosa profesión a la que un enamorado pintor quiere sacar de ese mundo.

Nacida en la calle de la Almedina en 1885, Concha Robles al poco tiempo se fue a vivir a Madrid con sus padres, despertándole el gusanillo del mundo de la farándula. Se incorporó a la Compañía de María Guerrero, pero al salir la Compañía fuera de España y tras la oposición de sus padres, tuvo que incorporarse a otra compañía que continuaba viajando por España. Será en esos viajes cuando en Granada conoció al que sería su marido y el causante de su tragedia. Tras casarse con él, la retiró del teatro y sus continuos celos hicieron que se separará de él y volviese al teatro.

En enero de 1922 radiante de felicidad volvia a su tierra como una gran actriz y nada más y nada menos que al recién estrenado Teatro Cervantes , pero tanta repercusión tuvo la obra que las noticias llegaron hasta Granada y su ex-marido el comandante Verdugo cuando se enteró se presentó rápidamente en Almería. Ella temiendo la reacción de Verdugo, dejó dicho al portero que prohibiese entrar a todo desconocido, pero su ex-marido que había estado todo el día bebiendo, cuando ya estaba la función representándose engañó al portero haciéndose pasar por un empresario teatral interesado en la actriz.

La obra comenzó a la hora prevista y transcurrió con normalidad, pero al prepararse para finalizar la última escena en su camerino, se desarrolló la tragedia. El Comandante Verdugo se hallaba escondido para realizar sus malignas y asesinas intenciones. Cuando salia la actriz Concha a representar la última escena, la cara se le desfiguró al encontrarse frente a frente con su ex-marido. Según contaron en su día los testigos, el comandante sacó una pistola y apuntó a la actriz, a la que al verse sin salida y sin suponer hasta donde podría llegar la maldad de Verdugo, se escondió detrás de un joven aprendiz "Manuel Aguilar" de 16 años.Ella pensó que al ponerse delante de él (un joven inocente), reflexionaría y no sería capaz de hacer la locura de disparar al joven.


El sonido de varios disparos enmudeció al público que vibraba con la obra.Conchita tambaleandose entre la vida y la muerte con un disparo en el pecho y otro en el cuello apareció en escena desplomandose en el escenario.Todo el mundo se volcó aplaudiendo por la realidad de la escena....pero los aplausos no duraron mucho tiempo, porque el pobre Manuel con la ropa ensangrentada se precipitó contra la primera fila de espectadores y el pánico albergó al público y salió despavorido. Concha yacía en el escenario sin poder culminar su obra al no finalizar su última escena. Manuel Aguilar murió al día siguiente en el Hospital Santa María Magdalena. Al parecer según se cuenta, esta historia real está envuelta en misterio y Leyendas porque el espíritu de Concha sigue todavía presente en el teatro Cervantes esperando terminar su última escena.

El comandante Verdugo se disparó un tiro en la sien pero finalmente no murió y tuvo cadena perpetua. Almería hace poco pocos meses le dedicó una placa a esta gran actriz en la casa donde nació, en el nº 14 de la calle Almedina, para perpetuar para siempre su memoria.

miércoles, 11 de mayo de 2011

EL PUERTO QUE CREA UNA CIUDAD



EL PUERTO DE ALMERIA A LO LARGO DE LA HISTORIA

Durante la Edad Antigua, con las colonizaciones de griegos, fenicios y romanos, la bahía de Almería se convirtió en el espacio adecuado para el fondeo de los barcos que realizaban la ruta del Mediterráneo, recibiendo en dicho período el nombre de “Portus Magno”. En el entorno del actual puerto pesquero y rambla de la Chanca se llevaban a cabo las labores de almacenamiento y embarque de productos varios como salazones que abastecían a la ciudad de Roma y a muchas ciudades del Sur de Europa y Norte de África. Por otro lado, pequeños asentamientos y factorías de salazones romanos se encontraban en lo que con posterioridad sería el emplazamiento de la futura ciudad de Almería.

En el s. IX, la ciudad de Bayyana (actual Pechina) era un centro cultural importante y la cora administrativa que tenía un arrabal (barrio) marítimo presidida por Al-Mariyyat Bayyana (La atalaya de Pechina), la atalaya que defendía el barrio marítimo situada donde está el tercer recinto cristiano de la Alcazaba.

Posteriormente con el tiempo el barrio marítimo de Bayyana fue adquiriendo importancia fundamentalmente por el comercio marítimo que se realizaba en su fondeadero, ello llevó al Califa Abderramán III a la fundación de la ciudad de Almariyat (Almería) en el 955 (s.X), dado que era un enclave militar y comercial privilegiado. Pronto dicho fondeadero marítimo consolidó sus funciones portuarias y urbanas, convirtiéndose el puerto de Almariyat durante el periodo musulmán en uno de los más importantes del mediterráneo y durante los siglos X y XI el más importante de Al-Ándalus. Entre sus instalaciones importantes se encontraban las atarazanas, lugar de construcción de navíos y almacenes de pertrechos para equipar barcos. De dichas atarazanas solo queda el nombre de la calle que se encuentra situada en el Parque Nicolás Salmerón, junto al Centro de Interpretación Puerta de Almería que guarda en su interior un lienzo de la muralla califal litoral del siglo X, cimientos de la Puerta del Puerto y una factoría de salazones romanos.

El desarrollo del Puerto, favoreció el crecimiento de la medina (ciudad) creándose un importante núcleo de fabricantes de seda y numerosas hospederías, se construyó una Mezquita Mayor y la población gozaba de una gran prosperidad económica. El esplendor de Almería en el siglo XI favoreció el comercio, creándose un gran centro de industria y del saber en las artes y las ciencias.

Pero este esplendor dio un vuelco cuando en el año 1147 la ciudad fue conquistada por los ejércitos cristianos ordenados por Alfonso VII, que formaron coalición con genoveses, catalanes y castellanos, ocupando la ciudad durante diez años. La conquista que duró hasta 1157, tuvo como principal objetivo acabar con los piratas que se refugiaban en Almería y acabar con el desarrollo económico de la ciudad dado que suponía una competencia comercial para las ciudades mediterráneas. Finalmente las crónicas de la época relataban que esta conquista cristiana fue nefasta para la ciudad de Almería que cayó en una gran depresión económica, desfigurando su belleza y arruinando las edificaciones que formaban parte de la singular trama urbanística.

Tras la toma de la ciudad en diciembre de 1489 por los Reyes Católicos su pasado esplendoroso no volvió a repetirse, fundamentalmente al prohibirse el comercio marítimo con África y con la recién descubierta América. La escuadra se trasladará a Málaga que quedará asentada como base militar. Este decaimiento de la actividad comercial portuaria, unido a la expulsión de los moriscos, provocará el declive de un pasado de esplendor musulmán, unido a las continuas catástrofes naturales, como es el caso del trágico terremoto de 1522 que dio lugar al despoblamiento del núcleo primitivo de la ciudad: La Medina, desplazándose al arrabal de la Musalla (desde calle la Reina hasta Rambla Obispo Orberá).

A lo largo de la Edad Moderna, la bahía de Almería sufrió constantes ataques de piratas turcos que repercutió negativamente en el tráfico marítimo dada la inseguridad en la navegación por estas costas, ello motivó el levantamiento de torres de vigilancia.

La monarquía de los Borbones, supuso para Almería una recuperación económica, se mejoraron las defensas de la costa y se restableció el comercio marítimo. El Real Decreto de 1778 autorizó por primera vez que el Puerto de Almería pudiese realizar libre comercio con América y se planteó la realización de un muelle para el atraque de buques. A principios del siglo XIX la sociedad influyente de Almería se planteó la construcción de un puerto marítimo, siendo finalmente en 1847, tras numerosas vicisitudes, cuando se coloca la primera piedra del Puerto de Almería.



Artículo publicado en la Voz de Almería




Maribel García Sánchez. Licenciada en Historia del Arte.



lunes, 2 de mayo de 2011

UN TEATRO CON LEYENDA



EL TEATRO CERVANTES Y CONCHA ROBLES


En la vida cultural almeriense hay que tener en cuenta el papel que desempeñaron los teatros de la ciudad. El progresivo desarrollo de la burguesía almeriense fomentó la construcción de estos edificios orientados al ocio, como es el caso de los teatros En la Almería del siglo XIX y principios del XX existía un núcleo importante de dicha clase social muy amantes del género dramático, de la ópera y la zarzuela. Casi todos estos teatros se situaban en el Paseo del Príncipe (actual Paseo) o en sus aledaños. De todos ellos destacar sin duda la soberbia construcción del Teatro Cervantes y relatar la historia trágica que allí se desarrolló al año de inaugurarse muriendo en plena escena la actriz almeriense Concha Robles, conocida como “Conchita Robles”.

El Teatro

La idea de crear y construir el Teatro Cervantes fue patrocinada en 1862 por un notable grupo de personalidades de ámbitos muy diversos. En 1864 se adquirieron los terrenos y en 1866 se contrató la apertura de los cimientos. Los planos se firmaron en el 1898 por Enrique López Rull, retrasándose el comienzo de las obras hasta 1910, siendo inaugurado el Teatro más importante de Almería en 1921. La tipología del teatro sigue el diseño de los Teatros Italianos, con el patio de butacas en forma de herradura para facilitar la visibilidad y la acústica y consiguiendo un espacio acogedor. Los palcos, con forma de balcones palaciegos, en su momento fueron propiedad de las familias de los accionistas, pasando de padres a hijos. El acceso al teatro Cervantes se hacía originariamente por la fachada del Paseo, que se ordena en tres pisos con motivos decorativos alusivos a su función: máscaras, liras, destacando el relieve del balcón principal: Miguel de Cervantes. Los brazos de las lámparas que simulan girasoles y la barandilla le dan un gusto modernista. En 1920 parte del inmueble fue adquirido por la Sede de la Sociedad del Circulo Mercantil e Industrial de Almería, actual propietaria del Teatro. Destaca su salón noble.

Concha Robles y la tragedia del Cervantes

En 1921 se inaugura el Teatro y en enero de 1922 se inauguraba en el mejor teatro de nuestra ciudad la obra “Santa Isabel de Ceres” que versaba sobre “Mujeres de vida alegre”. La protagonista era Concha Robles una hermosa mujer que había nacido en Almería en 1887 en la calle de la Almedina, hoy todavía está su casa en el nº 12 con una placa recordándola que se colocó en homenaje a ella recientemente. En su infancia marchó con sus padres a Madrid y allí fue donde le empezó a enganchar el “gusanillo del teatro”, ingreso en la famosa compañía María Guerrero, que se marchó a hacer las Américas. Ella no se fue por imposición de sus padres. Ingresó en otra compañía y estuvo de gira por toda España y el destino le llevó hasta Granada, donde conocería al Comandante Verdugo un comandante de caballería muy estricto y celoso que le llevaba muchos años, se enamoró de él y al poco tiempo se casó, retirándola de los escenarios. Al principio bien, pero poco a poco los celos lo iban matando y haciendo la vida imposible a Concha, hasta llegar al extremo de no poder salir sola a la calle ni ir con él a tomar un café porque como era tan bella si alguien la miraba más de la cuenta montaba un espectáculo. Las escenas de celos cada día se repetían con más frecuencia hasta que ella ya estalló porque no podía vivir toda la vida así y finalmente se separaron y ella empezó una nueva vida, una vida donde entraba retomar su eterna pasión: el teatro. Fue afortunada cuando le dijeron que estrenaría la obra “Santa Isabel de Ceres” en su tierra “Almería” y en el recién estrenado Teatro Cervantes, pero que poco sabía ella sobre la tragedia que se le avecinaba.

Llegó el día del estreno el 23 de enero de 1922 y toda Almería estaba impactante por ver el estreno de la obra aunque también había detractores por el argumento teatral. Ese día parece que vieron al Comandante Verdugo que se desplazó desde Granada alrededor del Café Colón bebiendo, no podía soportar que Concha Robles representase esa obra tan impura para él, hombre conservador y estricto y los celos lo mataban. También se repartieron folletos sobre la trama de la obra y en ella se incluía disparos. Parecía interesante.

Esa noche llegó y el teatro a rebosar esperaba la salida en escena de Concha Robles, una actriz de Almería. Empezó la representación de la obra y su marido Carlos Verdugo entró después aludiendo que era un productor teatral que quería hablar con Concha Robles, el portero lo dejó entrar pero el no se fue al patio de butacas, se escondió entre bambalinas. Y cuando se iba a representar la última escena y en un descanso de la obra, Concha Robles, en su camerino se preparaba para finalizar su gran obra. Cuando salió del Camerino y se disponía a dirigirse al escenario, se encontró con su ex marido, estupefacta lo único que le quedaba era arroparse detrás del joven de 16 años Manuel Aguilar que había sido el que había repartido los folletos y se encontraba entre bambalinas. Ella no pensaba que la crueldad de Verdugo llegaría hasta el punto de disparar a Manuel que cayó al suelo. Ella corrió hacía el escenario y el marido le disparó dos veces cayendo fulminante en el suelo del escenario muriendo al instante. Como en la obra había disparos, la gente empezó a aplaudir y Manuel Aguilar como pudo ensangrentado y herido de muerte dijo: ¡no aplaudan, no aplaudan! han asesinado a Concha Robles y cayó también al suelo. Carlos Verdugo se dio un disparo en la sien pero finalmente no murió. Las personas que estaban presenciando la obra en las primeras filas, salieron despavoridas y al momento llegó la policía y se llevaron al joven Manuel al Hospital Provincial. Allí murió al día siguiente. El funeral fue multitudinario, y pusieron los dos féretros en el Teatro Cervantes para dar su último adiós a un joven que comenzaba una vida y a una gran actriz de nuestra Almería.

En esta historia real de Concha Robles hay un misterio que rodea al teatro sobre la actriz, que incluso fue investigado por el programa “Cuarto Milenio”, con la ayuda de un investigador especializado en estos temas de enigmas y leyendas: Alberto Cerezuela. Se dice que los operarios del teatro y el portero cuando el teatro está vacío, escuchan ruidos de puertas e incluso la sombra con figura de mujer. Dicen que puede ser que sea Concha Robles que continua en el teatro su gran pasión y en su tierra y no sale de él porque no ha concluido su última escena.

Y como en todas las ciudades hay misterios y leyendas, este relato ocurrió y lo del espíritu de Concha Robles, leyendas son, eso cada uno puede dar rienda suelta a su imaginación, se han grabado sombras por la noche donde se observa un rostro deformado de mujer. No soy yo quien para juzgar un enigma sobre una historia que ocurrió realmente, ni para poner en duda la labor de especialistas en este tema, pero solo terminaré diciendo que no olvidemos que estas leyendas o misterios, son leyendas urbanas y forman parte de la historia de nuestra ciudad y en este caso de nuestro Gran teatro Cervantes y nuestra actriz almeriense “Conchita Robles”.






Artículo publicado en la Voz de Almería. Maribel García Sánchez. Licenciada en Historia del Arte